Un artículo de Péter Szuhay

Los gitanos húngaros

2010–
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Si consideramos a los gitanos (roma, sinti, manushes, calós) como un pueblo europeo con presencia atestiguada en el continente desde hace casi un milenio que, sin embargo, carece de estado propio, cuyos representantes están en minoría en todas partes y, en general, viven en la marginalidad, resulta indiferente si su “patria primitiva” se hallaba en la India o en Egipto. Hasta finales del siglo XVIII las sociedades europeas estaban convencidas de que los gitanos provenían de Egipto (prueba de ello son las denominaciones que utilizan algunos pueblos de Europa occidental: en francés se dice gitans; en español, gitanos; y en inglés, gipsy o gypsy). Sólo en 1774 formuló el pastor protestante húngaro István Vályi, que había estudiado en la Universidad de Leiden, donde descubrió que las lenguas gitanas por él conocidas se parecían a las lenguas de los estudiantes malabares, que los antepasados de los gitanos debían de proceder de la India.

El nombre húngaro cigány viene del griego ατσινγάνος (atsingános), que significa “incomprensible”. Supuestamente se refería a una comunidad religiosa pagana o hereje con cuyos miembros les estaba prohibido relacionarse a los cristianos. No está científicamente probado si los gitanos tenían realmente algo que ver con dicha comunidad; en cualquier caso, en el siglo XI se identificaba a los gitanos con ellos. (La expresión se ha introducido en más de un idioma europeo, lo que queda reflejado en palabras como la eslava meridional cigani, la rumana þiganilor, la checa cikáni, la alemana zigeuner, la francesa tsiganes, la italiana zingari, la portuguesa ciganos o la española zincalí. Con diferentes formas, esta palabra se ha convertido en una de las denominaciones de los gitanos más difundidas en todo el mundo. La mayoría de los gitanos también se ha identificado con este término.

Al mismo tiempo, los delegados de los distintos grupos étnicos gitanos en el primer Congreso Internacional Gitano, celebrado en 1971 en Londres, lograron consensuar como nombre oficial para todos los grupos gitanos y personas de origen gitano del mundo el término rom (persona), en plural roma.

Actualmente, en Europa viven más de nueve millones de personas que se consideran gitanos/roma. La gran mayoría, unos ocho millones, viven en la zona central y oriental del continente, donde, en ciertos países, su número supera el diez por ciento de la población total. Pertenecen a esos países Rumanía, Bulgaria y Macedonia; llegando casi a alcanzar ese porcentaje en Hungría y Eslovaquia. En estos territorios, la población gitana está compuesta por diferentes grupos lingüísticos, étnicos y gremiales.

La característica común de los gitanos de Europa central y oriental es el bajo grado de escolarización, la falta de formación profesional, el elevado porcentaje de desempleo, las malas condiciones de vivienda, la marginalidad y los fuertes prejuicios sociales contra ellos. Este es uno de los motivos de las aspiraciones migratorias de las últimas décadas, orientadas hacia Europa Occidental y América.

Los grupos lingüísticos y étnicos gitanos húngaros

Según datos de un estudio sociológico de 2003 y 2004, se estima el número de gitanos húngaros entre 550.000 y 600.000. No obstante, esta cifra no indica el número de los que se identifican, expresa o tácitamente, como gitanos, sino que comprende a aquellos a los que la mayoría o las diferentes instituciones consideran gitanos. Al contrario de esos datos, en el censo de población de 2001 tan solo 194.000 personas se declararon gitanas. Presuntamente, en esa toma de datos no todos los que poseían una identidad rom se declararon gitanos. El supuesto número de gitanos se calcula a partir de la media aritmética de esas dos cifras

Los gitanos de Hungría se dividen en tres grandes grupos lingüísticos y étnicos. Según una encuesta sociológica representativa de 1971, los gitanos húngaros de lengua materna húngara que se autodefinían como músicos constituían el sesenta y uno por ciento de la presunta población gitana, el veintiuno por ciento de ellos eran gitanos valacos, que se identificaban como roma y su lengua materna era el romaní, y un ocho por ciento eran gitanos de lengua materna rumana, que eran talladores de artesas, y se autodefinían como beas. Dentro de la población gitana, el porcentaje de gitanos sinti o vend no alcanzaba el uno por ciento.

Incluso actualmente, los grupos lingüísticos y étnicos gitanos se caracterizan por la endogamia, es decir, los individuos de los determinados grupos se casan solamente con personas de su propio grupo. Los grupos étnicos y lingüísticos se dividen en subgrupos. En el caso de los gitanos húngaros, la procedencia tiene menor importancia respecto a la localidad de asentamiento, y a la relevancia del lugar ocupado dentro de la jerarquía. La identificación como músicos no significa que todos los gitanos que se definen como tal tengan antepasados que se dedicasen a la música, sino que ese término, que denota a las personas que tienen la profesión mejor valorada dentro del grupo, cobra un sentido étnico. Los músicos que realmente se dedican a la música, también en la actualidad, se desmarcan de los gitanos más pobres, que a pesar de no dedicarse a la música y tener otra profesión, se autodefinen como músicos.

Los gitanos valacos se subdividen en numerosas tribus y linajes. Según la clasificación del etnógrafo húngaro Kamill Erdõs, existen las siguientes tribus: los lovara (tratantes de caballerías y chalanes), los posot’ari (carteristas), los kherari (temporeros, propietarios de casas), los colari (vendedores de alfombras), los kalderash (hojalateros, caldereros), los cerhari (“los que viven en tiendas”), los ma¹ari (pescadores), los bugari (“los que comen carroña”), los urari (“cuchilleros”), los drizar (“bandidos”) y los gurvar o fodozovo (fabricantes de bandejas de horno, reparadores de recipientes).

Probablemente, las distintas tribus también se caracterizaban por la endogamia matrimonial, y su denominación alude principalmente a sus oficios de antaño, entre los que había cierta relación jerárquica que se reflejaba igualmente en la relación entre las propias tribus. En las últimas décadas se ha observado cierto proceso de integración de algunas de ellas. La estrategia económica de los lovara, considerada la de más éxito, cobró popularidad y fue bastante aceptada entre el resto de tribus y grupos de gitanos valacos, hecho que ha permitido una cierta adaptación cultural de la tribu lovara. Por otra parte, cada grupo gitano habla su propio dialecto, mientras que la lengua literaria romaní está en pleno proceso de formación, aunque aún no ha llegado a influir de manera considerable el lenguaje coloquial, ni se ha institucionalizado la enseñanza reglada de dicha lengua.

Los gitanos de lengua materna rumana, que se definen como beas, también se dividen en varios subgrupos. Kamill Erdõs se limitó a clasificarlos según criterios territoriales; no obstante, las investigaciones recientes dividen a los gitanos beas que viven en la región del Transdanubio sur, basándose en sus propias definiciones, en árgyelán, tincsán y muncsán. La gente beas perteneciente a los distintos subgrupos étnicos se clasifican en fratrías, es decir, en linajes, lo que indica que este principio tiene para ellos una especial importancia. La lengua de los gitanos beas es el rumano anterior a la reforma lingüística del siglo XIX. Los dialectos hablados entre ellos se diferencian entre sí en menor grado que los dialectos que hablan los gitanos de lengua materna húngara, y su lengua coloquial se formó antes, puesto que la institucionalización del idioma beas se produjo, en primer lugar, mediante su introducción en la enseñanza.

Según la terminología de los gitanos valacos, la gente, así como los distintos grupos, se clasifican de la siguiente manera: al grupo “nosotros” pertenecen los gitanos, y los que están al margen de este grupo son los payos, que pueden continuar subdividiéndose en campesinos y gente bien (o lo que es lo mismo: gente hostil y gente solidaria). Una categoría intermedia es la de los romungros, gitanos húngaros que, según su propia consideración, ya no son roma, pero aún no se han convertido en payos. Los gitanos húngaros dividen el mundo de forma semejante: llaman músicos al grupo de “nosotros”, y gitanos valacos a los que la terminología científica también denomina como tales. Para designar a los que no son gitanos utilizan la misma palabra gitana que los gitanos valacos: payo.

La distribución de los gitanos dentro del país es desigual: su número en los condados occidentales apenas llega a unos pocos centenares, mientras que en los condados nororientales y orientales su proporción ronda el diez por ciento de la población.

Traducción de Eszter Orbán